Let the music play…


Eclectic soul,
cover lover
that jump over you
of your crazy head
repainting with new colors
those melodies that others dreamed.

Musics,
so varied and distant
like the eastern darbughas
of the celtic harps
acoustic guitars
huge pianos.

That spit it’s warm waves
daring you to savor them
to gravitate,
jump
or dance,
what difference there are?

Around landscapes
that still inhabit
in hidden corners of memory
vibrations,
that they speak to you
and they remember
where are you,
where you came from
or where are you going.

Whispers in ear
that in your day you did not hear,
they warned you.
I don’t need you to tell me
what should I feel
or think
or eat.

Remember how the day
what did you get on
to that almond tree in blossom
no one mentioned that you could
break your head.

Listen, and don’t waste words,
don’t show me a way
that you yourself have not traveled yet.

We have enough to walk,
without stepping on anyone.

Peter O.

Cover of «Beautiful» (Christina Aguilera) by Clem Snide.

Algo de Memoria Histórica…


Han pasado recientemente unos hechos en España que me voy a tomar la libertad de comentar ligeramente pues éstos, más la observación de imágenes y comentarios al respecto a los que he tenido alcance en prensa y televisión, me han hecho recordar mi infancia y aquellas ideas que desde la inocencia de un pequeño ser, ajeno a las historias que escuchaba, surgían en mis silencios…

Todo viene a propósito de la reciente exhumación de los restos del general falangista de la Guerra Civil, Queipo de Llano, su mujer y el auditor militar Francisco Bohórquez, de la basílica sevillana de la Esperanza Macarena la noche del pasado 2 de noviembre, como consecuencia de la reciente Ley de Memoria Democrática promulgada por el actual Estado Español. General responsable de las acciones militares que tuvieron lugar en mi tierra, Andalucía, durante la Guerra Civil española y de la posterior gestión de la represión de los vencidos durante la postguerra.

Frente a las manifestaciones que he podido ver y escuchar en estos días, me gustaría contarles una historia. La misma que escuché en mi infancia, durante las frías noches de otoño, comiendo castañas y con una televisión en blanco y negro que a menudo no funcionaba…

Hace ya muchos, muchos años que mi abuela materna, Guadalupe, en su juventud, fue repudiada por su madre, mi bisabuela Pilar. Nacidas las dos en el pequeño pueblo serrano de Huelma situado en la provincia de Jaén, en el sur de España. Por aquellos tiempos, Pilar era una mujer muy respetada en toda la comarca de la Sierra Mágina porque mi bisabuela era popularmente conocida por ser Pilar “la partera” (lo que hoy día se conoce como enfermera matrona) de toda esa agreste e inaccesible región montañosa, desde principios del pasado siglo XX. Época en que la presencia de médicos u otros sistemas de salud, eran prácticamente inexistentes mas allá de las grandes ciudades, y desde muy antiguo, los habitantes manejaban los nacimientos de sus hijos de la manera tradicional que se había hecho desde tiempos inmemoriales. Así, mi bisabuela era avisada y en una mula, la llevaban a la casa donde se iba a producir el próximo feliz acontecimiento. Prácticamente, todas las personas en los pueblos de esta comarca nacidas en el primer tercio de ese siglo pasaron por sus habilidosas manos y le deben, cuanto menos, su venida a este mundo.

El motivo del repudio fue porque mi abuela Guadalupe, enamorada apasionadamente de mi abuelo José María Vicente, alias “el bigotes”, y en contra de la opinión de sus padres, tomó la osadía de rebelarse y fugarse con él, de manera que junto a mi abuelo, se hicieron pareja sin sacerdote al que dar cuenta ni pedir permiso. Y fugados, recorrieron varios años sus vidas por aquellas tierras hasta la construcción de su propia casa, hecha por ellos mismos y al margen de toda ayuda familiar, en el cercano pueblo de Cambil… Tras estos años nació justamente mi madre y al poco vinieron los tiempos de la Guerra Civil Española. Tiempos que fueron pasando por encima de la hostilidad de su madre Pilar, que vio disolverse su personal sueño de que su hija pasase a instruirse como partera para seguir su propia estela de prestigio social.

Como apunte, en esta parte de la historia destaco algo que pocos hoy día saben. Jaén, mi ciudad natal, tras producirse el Levantamiento Nacional, fue la primera de España en adherirse a la República (mediante telegrama fechado el 18 de julio del Gobernador Rius) y también la primera en entregar armas al pueblo para defenderla. De igual manera, fue de las últimas provincias en caer (cayó el 29 de marzo y el fin de la guerra se proclamó el 1 de abril de 1.939). Esto, queridos lectores, es historia.

Con estos acontecimientos, amantes de la libertad y contrarios a las antiguas tradiciones de la vieja y analfabeta España, mis abuelos estaban convencidos del bando por quien debían tomar parte. Y sin pensárselo mucho, mi abuelo Pepe “el bigotes” salió de aquellas aisladas montañas para unirse a la lucha en defensa de la república española y se dirigió a la capital, Jaén, mientras mi abuela “Upe” quedó en el pequeño pueblo montañés de Cambil cuidando de mi madre y de su pequeña hermana menor, mi tía Pilar.

Una vez en Jaén, Pepe caminó por las mismas calles que el poeta Miguel Hernández y mi entonces niño de 9 años, pero mi futuro padre, Pablo (llamado así en honor al fundador del Partido Socialista Obrero Español, Pablo Iglesias), y participó en las escaramuzas que esporádicamente surgieron en el frente más occidental de la carretera de Córdoba pues al haber hecho la mili en África, tenía sobrada experiencia militar.

Fueron meses convulsos los de la segunda mitad del 36. Los alzamientos y contra-alzamientos fueron surgiendo rápidamente a lo largo de toda la península impregnados de una extrema violencia. Pero tras el acceso de las principales tropas rebeldes al norte del país a través de Extremadura, Andalucía pasó a ser un frente secundario y poco activo. A parte del cerco republicano al santuario de la Virgen de la Cabeza en la sierra de Andújar donde se atrincheraron Guardias Civiles afines al levantamiento, solo se produjeron esporádicas escaramuzas en el frente andaluz con la excepción de la conocida como la “Campaña del Aceite”.  Ofensiva orquestada por el recientemente exhumado general Queipo de Llano.

Aunque hubo numerosos sucesos trágicamente devastadores, entre los que me gustaría nombrar la toma de Málaga por los sublevados (cuya “Carretera de la Muerte” fue recorrida bajo las bombas por mi tío Luis, siendo un niño huérfano y absolutamente en solitario, pero eso es otra historia…), de todas las acciones bélicas que se produjeron en Andalucía, la que más marcó a Pepe “el bigotes”, fue la Batalla de Lopera. En esta sacó unas conclusiones que le acompañarían el resto de su vida. Y como también forma parte de una pequeña “memoria histórica”, creo apropiado relatar aquí brevemente…

En el sur, la principal acción militar como ya comenté, fue llamada “la Campaña del Aceite”. El general sublevado Queipo de Llano, tras hacerse con la provincia de Sevilla, organizó una Columna al mando del comandante Redondo con la intención de tomar las provincias agrícolas de Córdoba y Jaén para acceder a las buenas cosechas que tuvieron ese año. Y la República se dispuso a contrarrestar esta ofensiva enviando a la recientemente creada XIV Brigada Internacional.

A finales del año 1936, los rebeldes habían superado Córdoba y el frente estaba entre los olivares de los límites de ambas provincias. El primer enfrentamiento se produjo en las cercanías del pueblo de Villa del Río, junto al río Guadalquivir, y supuso una absoluta derrota del bando republicano. De los aproximadamente 600 brigadistas que atacaron a la Columna Redondo en Villa del Río, regresaron a Andújar con vida 160.

La Brigada Internacional llamada “La Marsellesa” (aunque según mi abuelo, había muchos británicos e irlandeses), llegó a Andújar el día de Navidad del 36, y justo ese día sufrieron el desastre de Villa del Río. Mandada por el General Walter, y casi sin descansar, los batallones 10º, 12º y 13º fueron enviados al frente de Lopera, población vecina situada más al sur (pues fue el 9º el que se quedó diezmado en Villa del Río). Y mi abuelo, Pepe “el bigotes”, se integró en la agrupación como guía local en el 12º.


Este 12º batallón estaba comandado entre otros, por el poeta británico Ralph Fox y contaba entre sus filas con otro poeta inglés, John Cornford, biznieto del famoso naturalista Darwin. Frente a ellos, al otro lado de la línea, se encontraban los requetés andaluces y la caballería de regulares de Ceuta.


En la batalla de Lopera, el enfrentamiento entre ambos contendientes fue brutal y las bajas muy numerosas por ambos bandos. Ralph Fox murió el 28 de diciembre al ofrecerse voluntario para llevar campo a través la orden de cambiar una ametralladora pesada de posición en primera línea y John Cornford murió un día después intentando recuperar el cadáver de su amigo Ralph. Mi abuelo estuvo allí, y a muchos brigadistas, los vio luchar… y morir…

Finalmente, tantas muertes sirvieron para estancar el frente durante los tres años siguientes. Y lo que para mi abuelo supuso un éxito, pues se había frenado el avance de los falangistas, para las autoridades republicanas no lo fue en absoluto. Tal estado de frustración casi infantil, provocó la búsqueda de un chivo expiatorio, y tras un rápido y teatralizado juicio, el comisario político comunista del batallón denunció al comandante Gastón Delasalle, que no era comunista, y André Marty, comandante en jefe de las brigadas, lo acusó de espionaje. Gastón fue sentenciado y fusilado el 2 de enero del 37.

Tras la experiencia vivida, a Pepe “el bigotes” se le removieron sus utópicos ideales de tal manera que ya nunca volvió a ser el que era, y las dudas críticas surgieron súbitamente en su mente. Como balance total, alrededor de 800 brigadistas muertos y 500 desertores… Y esto, también es historia.

Pasados unos meses de estos sucesos, la gota que le colmó el vaso fue ver cómo, tras el bombardeo de aviones nacionales de la ciudad de Jaén el 1 de abril del 37, en represalia, sus compañeros sacaron a 160 presos de la ciudad y sin juicio previo ni remordimiento, fueron fusilados el 7 de abril en el cercano pueblo de Mancha Real.

Como inconfesable conclusión, mi abuelo comprendió que, como dice la canción de Jorge Drexler, “la guerra es muy mala escuela” (mas incluso en las civiles, diría yo) y que en ella siempre y en ambos bandos, habrá “héroes” y “verdugos”, o dicho con otras palabras, “buena gente” y “canallas malnacidos”, y en cuanto tuvo oportunidad, tomó la determinación de largarse de allí, para no participar mas con ninguno de los dos contendientes. Así, un buen día que tomó como propicio, se escabulló y tiró de vuelta para los montes de Sierra Mágina. 

A partir de entonces y tras el emotivo reencuentro con mi abuela y sus hijas, ambos se hicieron contrabandistas (estraperlistas los llamaban los del nuevo régimen franquista) por toda la sierra y estuvieron traficando, entre otras cosas, con aceite de oliva principalmente, hasta bien pasada la guerra, momento en que hicieron las paces con mi bisabuela Pilar y se casaron por la iglesia (aún hoy con 92 años, mi madre recuerda como asistió a la boda de sus propios padres).

Esta historia, nunca contada en público, y sus enseñanzas, forman parte del bagaje que nutre los valores mi familia. Así ha sido y será como lo es en tantas otras familias…

Pero volviendo al suceso reciente de la exhumación del general que movió los hilos de estos hechos narrados que repercutieron en la vida de tantas personas, incluido a algunos miembros de mi familia, observo “Los Titulares periodísticos” y las declaraciones políticas que lo comentan. Y veo como a partir de un hecho de justicia, pues es contradictorio que un asesino de masas repose en un templo religioso, en los análisis se exponen en mas medida rencorosos sentimientos de venganza o abstractas manifestaciones de alguna especie de victoria tardía, lo cual me decepciona hasta el punto de teclear estas letras.

Porque la memoria que no es imparcial no puede llamarse democrática, y es absolutamente pernicioso recordar un desgraciado periodo de la historia de España, como una guerra de buenos y malos, e ignorar a una mitad de las victimas que sufrieron este conflicto vergonzoso.

¿Acaso alguien ha comentado siquiera de pasada, que ese mismo templo de la Macarena de las noticias fue saqueado y prendido en fuego por turbas de personas afines a la república? No me consta. De hecho, no suelo ver declaraciones donde se rememoren victimas y se señalen verdugos sin diferenciar el bando al que pertenecían. Y claro, ¿con esta memoria tan selectiva y parcial, se puede aportar la madurez que debería predominar en los descendientes de una guerra que no debería haberse producido jamás?

Por ejemplo, ¿por qué a día de hoy no es “políticamente correcto” reconocer que la 2ª Republica fue un absoluto caos? ¿Si esto es tan verdad como decir que el posterior régimen franquista fue una aberrante dictadura falangista? 

Victimas y asesinos hubo en los dos bandos, ¿no es cierto? Pues muchos parecen olvidarlo. Y lo mas justo, en honor a esos requetés andaluces y brigadistas internacionales que se batieron el cobre, sería recordar la historia completa, con todos sus matices e imparcialidad. Pues al final de todo, ni los requetés consiguieron la monarquía por la que luchaban ni los brigadistas una república socialista, y muchos de ellos dejaron su sangre y vidas entre los olivares olvidados de mi querida tierra de Jaén absolutamente para nada.

Podría concluir que indeseable utopía es aquella que se pretende construir con pilares forjados “a sangre y fuego”. Y mucho menos si pretendemos calificarla de democrática. Por esto considero que, si queremos aspirar a sociedades maduras y saludables, los que aún tengamos una memoria imparcial y por tanto, libre de intoxicados lastres, debemos levantar la voz (o la tecla) para denunciar aquellos actos de injusticia entre los que se incluyen malintencionados ejercicios de “mala memoria” democrática.

Yo, mientras esa sociedad llega, me haría contrabandista por los montes…

Peter O.




Releyendo a los clásicos…


A veces, nos olvidamos de leer los grandes clásicos de la literatura y al hacerlo, al volverlos a leer, nos damos cuenta de por qué son textos que como verdaderas joyas, permanecen a lo largo de siglos siendo reeditados y traducidos a cientos de idiomas, conformando el exclusivo club de aquellos libros que pueden llevar semejante denominación de CLÁSICOS. Este fin de semana la “casualidad” puso en mis manos uno de estos textos. Y aquí os lo expongo para el correspondiente análisis de quien lo sienta apropiado para su estado vital actual.

He aquí un poco de poesía bíblica escrita hace muuuchos, muchos, años… Vayamos por un instante a una jaima, a salvo de un sol abrasador, en algún desierto de Palestina y bajo el aroma de un té, sentémonos a leer y pensar.

Increíble es que a veces todavía tengan que recordárnoslo…

«Todo tiene su Tiempo».

«Todo tiene su momento oportuno;
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar.

Un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir.

Un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto.

Un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse.

Un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar.

Un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar.

Un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.

¿Qué provecho saca quien trabaja de tanto afanarse? He visto la tarea que Dios ha impuesto al género humano para abrumarlo con ella. Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.

Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva; y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute de todos sus afanes.

Sé además que todo lo que Dios ha hecho permanece para siempre; que no hay nada que añadirle ni quitarle; y que Dios lo hizo así para que se le tema.

Lo que ahora existe, ya existía;
y lo que ha de existir, existe ya.
Dios hace que la historia se repita.

He visto algo más en esta vida: maldad donde se dictan las sentencias, y maldad donde se imparte la justicia. Pensé entonces: «Al justo y al malvado los juzgará Dios, pues hay un tiempo para toda obra y un lugar para toda acción».

Pensé también con respecto a los hombres: «Dios los está poniendo a prueba, para que ellos mismos se den cuenta de que son como los animales. Los hombres terminan igual que los animales; el destino de ambos es el mismo, pues unos y otros mueren por igual, y el aliento de vida es el mismo para todos, así que el hombre no es superior a los animales. Realmente, todo es absurdo, y todo va hacia el mismo lugar.

¿Quién sabe si el espíritu del hombre se remonta a las alturas, y el de los animales desciende a las profundidades de la tierra? He visto, pues, que nada hay mejor para el hombre que disfrutar de su trabajo, ya que eso le ha tocado. Pues, ¿quién lo traerá para que vea lo que sucederá después de él?».

-Eclesiastés 3 (3 קֹהֶלֶת).

Espero que lo hayan disfrutado como yo…

Peter O.

La escalera…

…»Respecto a lo que me dices, la verdad es que no me siento ni mas arriba ni mas abajo que tú, sinceramente, aunque a tí te dé a menudo esa sensación de superioridad. Me dices que esto es por tu género, edad, profesion, pais o incluso por no ser madre… ¡Ofú! Demasiadas «etiquetas» ¿no crees? Con todo lo que has leído, ¿no sabes todavía que al EGO le encantan las etiquetas? En realidad, lo que pienso es que tienes una guerra contigo misma, que a menudo te confunde. Para mi, tu Espiritu, no tiene sexo, ni país, ni edad, ni profesión, ni nada por el estilo que uses como excusa, pues está, y estará siempre, por encima de todo eso. Por eso para mi, eres simplemente diferente, con un alma en busca de su mejoramiento, y así creo que debe ser. En kabbalah, lo llamamos «TIKKUN» y lo consideramos «el propósito de nuestras vidas». Se traduce por corrección o perfeccionamiento. Y consideramos que un individuo solo puede corregirse a si mismo. Por eso, no tiene sentido intentar corregir a los demás si no es con nuestro propio ejemplo… Yo te quiero así, como eres con tu lado grande y tu lado pequeño. Con tu alma inquieta. Solo tienes que decirle que suba la escalera, sin comparar por que altura van aquellos que te rodean en las suyas. Realmente, ese no es asunto tuyo»…

Del libro -«Isabella en el Jardín de las Moras».

Peter Onmars.

Negril

Bellísimo…

House of Heart

In the hushed silence between waves
sighs fill the night as stars come alive
and the breeze is a soft poem.
Nude in the moon light but for drifting
shadows the swirl in your glass keeps
perfect time with far off thunder.
I need to look away from your gun powder eyes
that lethal shot
before the fluttering of a thousand butterflies
betray me.
I breathe in the circlets of your cigarette and
the honey sweet scent of willing hostages.
As fragile as fireflies we escape to the madness of
our minds where all we have to do is live.

rainbow beach

Liliana Gigovic

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De padres e hijos…

 

 

 Dicen los psicólogos y pedagogos que la «impronta» paterna y materna de los hijos es adquirida en el estrecho margen de los ocho primeros años de vida, aproximadamente. Después, su personalidad podrá ser modulada parcialmente tanto por factores y experiencias familiares como por todas aquellas externas que por situación o destino se pongan al alcance de su experiencia vital. Pero el fondo básico del carácter personal, la manera de interpretar y afrontar los retos de dicha experiencia será prácticamente, salvo excepciones, invariable a lo largo de su vida.

 

Yo creo poder confirmar en base a mi experiencia personal, que esta afirmación es bastante cierta.

Y mas concretamente, me gustaría aclarar que dicha impronta se reparte prácticamente en un 50% entre ambos progenitores. Siendo su herencia tan patente en sus características positivas como en las negativas. Ya sean biológicas o psicológico-emocionales. Por esto, los hijos nunca van a estar a salvo de un cierto lado oscuro en su personalidad. Olvidadlo. Un padre/madre puede ser «el Santo Job», pero si el otro es un/a «Víbora», eso es lo que hay… Una mezcla.

Escribo estas palabras empujado por la reciente actividad de nacimientos que se están sucediendo en mi familia y círculos cercanos. Algunos de sus protagonistas son absolutamente novatos en este suceso (el niño/a al menos, siempre), otros no tanto, y me pregunto yo si ante tanto estímulo emocional, son realmente conscientes de semejante responsabilidad.

No solo me refiero a una crianza responsable dirigida al recién nacido, intentando cubrir sobradamente sus necesidades biológicas y sociales (desgraciadamente, algunos no llegan ni a eso), sino en cual es el bagaje personal que casi de manera inconsciente, van los padres/madres a legar en esos primeros «ocho años» a esta reciente criatura. Y ante esta situación, no vendría mal un pequeño «autoexamen», intuyo. Obviamente, aquellos que no hayan sido padres o madres, les resultará un poco mas complicado empatizar con esta situación… -«¿Impronta? ¿? ¿Que es esto?»-.

Será a partir de esta nueva situación cuando comprobaréis que cada ser que viene a este mundo es absolutamente único. Más aún cuando quien viene es un segundo hijo, en el que las diferencias se harán inevitablemente aún mas patentes, pues comprobareis que, aún viniendo de los mismos padres, cada hijo será completamente diferente.

Ante semejante suceso, nuestra visión de la vida sufre un cambio brutal. El paso de ser hijo a ser padre nos aporta ese punto de vista que quizá nos faltaba para acceder a ese estado de percepción de la realidad que solemos denominar madurez. Sin embargo, es un hecho que en la actualidad se está produciendo un descenso enorme en la cantidad de nacimientos, y aun ritmo inversamente proporcional al aumento de pacientes en las consultas de psicólogos. ¿Alguien puede explicarme el por que de todo esto?.

En mi opinión, creo que la principal causa reside o debe tener alguna relación con el pequeño detalle que he mencionado anteriormente. Pues tengo la impresión que en nuestras sociedades estamos sufriendo un notable déficit de madurez. Y que gran parte del motivo de este déficit se debe a que probablemente se esté dando una regresión en la calidad de la impronta que estamos aportando a nuestros hijos. De manera que hijos con adolescencias prolongadas, al crecer, dan adultos incapaces y con un elevado índice de inmadurez, que, a su vez, va a repercutir en sus futuros hijos, si alguna vez tienen alguno.

Las expectativas no son nada buenas, ¿verdad?. Si el avance en la calidad de vida de nuestra generación en relación a la que soportaron nuestros mayores, es patente en aspectos tecnológicos, sociales y médicos, me temo que el problema radique mas bien, en un retroceso progresivo de nuestro desarrollo emocional.

El cual, volviendo a esos primeros ocho años, puede verse afectado de manera determinante por uno de los problemas que con mas frecuencia se está dando en la actualidad y que surge cuando, fruto de la inexperiencia o pertinente reflexión previa, confundimos la idea de que ser único no significa necesariamente ser especial. Porque ciertamente es así. La obviedad de que un hijo es o será  «especial» para unos orgullosos padres, no implicará que esté predeterminado a que también lo sea para el resto de la variada y también, única humanidad. Y esto conviene tenerlo a menudo en cuenta si queremos aportar una saludable inteligencia emocional a nuestro hijo. Pues para llegar a ser alguien realmente especial para el resto de la humanidad, necesariamente antes, habrá de esforzarse día a día y trabajar mucho mas duro que llegar a tener «algo mas que una cara bonita», que por cierto, menguará con el paso de los años. Y ni aún así, el éxito estará asegurado.

Y no diferenciar correctamente estos dos conceptos desde el principio, acarreará posiblemente en el futuro ciertas disfuncionalidades tanto personales como sociales a estos individuos, los cuales muy probablemente, crecerán con una inherente incapacidad para superar los inevitables fracasos que le surgirán en su vida. Especialmente cuando descubran casi ofendidos o decepcionados, que el resto de los mortales no los tratan como «los reyes del mambo que se han llegado a creer que son». Y llegado a este punto, ¿que «rey león» quiere ser destronado por su propio hijo?. Como resultado, ser padre/madre deja de contar como uno de los objetivos principales en las vidas de numerosas personas en estos días.

Lógicamente, una sociedad constituida en su mayoría por personas que se creen especiales, y por tanto, con tendencia a ser mas exigentes en «derechos» que en «deberes», se complica bastante, pues así se conforma una realidad enferma, en la que el «deseo de recibir» predomina y desplaza al «deseo de dar». Con casi todos sus miembros pidiendo sus merecidos privilegios, y mostrando que, prácticamente, todo lo que dan es suficiente motivo para exigirlos. Cuando en su mayoría dan lo que quieren (que suele ser «lo que les sobra»), y no lo que en realidad el resto de los mortales, les piden realmente. Y así, esta deriva que se forja de manera masiva desde la cuna, acaba dando con mucha probabilidad personas conflictivas, con problemas de disciplina, generosidad, esfuerzo y socialización en el colegio o propio ámbito familiar, con compañeros, profesores o hermanos, a los que toma mas como adversarios que compañeros de aprendizajes y mas tarde, con parejas a las que someter, dominar y utilizar. O sea, resumidamente, personas tóxicas, cuya intoxicación afecta y repercute tanto en sus conocidos como en su propia persona.

Esto es lo que pasa cuando partimos del mundo ficticio en el que nos han colocado. Y claro, -«¿que hace un ser tan especial como yo en este mundo rodeado de gente ciega que no me valora lo fantástico que soy?»-. Para este tipo de persona, los tóxicos son todos los demás. ¿A ver quien le dice que parte de una posición errónea, simplemente por ser falsa?. -«Disculpa querido/da, pero no eres tan especial como te crees»-… De hecho, semejante atrevimiento va a ser tan mal encajado, que probablemente dejes de formar parte, automáticamente, del elenco de fantásticos amigos de esta persona. Que lo sepas.

Una muestra eficaz de estos postulados la podemos observar nítidamente en las redes sociales. ¿Que loco se atrevería a mostrar sus propias miserias? Muy pocos. ¿Quienes cuentan con mas seguidores en las redes? Aquellos que se erigen en portadores del éxito en forma de fama, lujo o belleza. Particularmente llamativo es el caso de Instagram. Lo que surgió como una plataforma con especial prominencia del arte fotográfico, se ha convertido en un espejo de nuestras vanidades. Veo por ejemplo, a personas totalmente anónimas con miles de seguidores, cuyo elenco fotográfico siendo de una calidad mediocre, está basado casi exclusivamente en la exposición de su propio cuerpo. Y claro, os podéis imaginar los comentarios al pie de pantalla… ¡ejem!…Lógico. Porque, ¿a quien no le gusta ver un culo o unos bíceps bien trabajados?, porque está claro que hay que trabajarlos. Normalmente son glúteos fruto de gimnasio, o de «coger espárragos en el campo», aunque de estos últimos, hay pocos en Instagram, la verdad. Por supuesto que no digo que no haya que hacer ejercicio, yo mismo lo práctico desde pequeño, y es absolutamente recomendable por los efectos saludables que genera, pero pensar que por eso, seréis especiales es ir demasiado lejos. Culos y bíceps trabajados hay millones. Y «seguidores», también. Y todos, afortunadamente (a no ser que seamos extraterrestres…), son muy parecidos.

De similar manera, también han surgido tendencias sociales cada vez mas frecuentes que reflejan esta deriva, como los actuales «movimientos animalistas». En los que el elemento animal toma preponderancia en detrimento del humano,  dando como resultado a una gran cantidad de personas que se rodean mas de animales que de otros seres humanos. Pongo por ejemplo un dato: en la ciudad de Barcelona, el año pasado se produjeron 11.000 adopciones caninas y 6.000 matrimonios… Como veterinario que lidia a diario con este tema, creo que esto merecería un artículo completo aparte. Pero para situarlo brevemente en relación con éste, solo mencionaré el hecho de que cada vez mas a menudo, nos encontramos con personas que «tratan a los perros como humanos y a los humanos como perros». Tal es así, que la mayoría de escuelas de educación caninas coinciden en insistir que, en casi todos los casos, para corregir comportamientos anómalos de un can, es imprescindible, corregir primero al dueño. Y si esto no sucede, el adiestramiento esta condenado al fracaso. Lo cual ocurre mas a menudo de lo que pensamos.

Se trata de una manera fácil de ser especial para alguien, por supuesto. Para las mascotas,  su amo es «su dios». Sin esfuerzo ni mirada crítica. Al menos eso piensan sus dueños. Y así, cada día me encuentro con animales cada vez mas confusos, antisociales y completamente al margen de la especie a la que pertenecen. O sea, por ejemplo, perros tan pirados o descolocados como sus dueños. Como el ejercicio físico, es muy bueno tener mascotas, lo malo es desubicarlos del verdadero valor que nos aportan. De igual manera, aunque no sea una premisa muy confortable de aceptar, de padres confusos y descolocados, saldrán hijos igualmente confusos y descolocados. Eso si, con honrosas excepciones que, a pesar de algunas nefastas improntas, cumplen ciertamente con la Teoría Evolutiva de Darwin

Pienso por tanto, que debería surgir otro movimiento igualmente masivo de «padres/madres conscientes», con la intención de contrarrestar de manera eficaz este disturbio social en el que con frecuencia nos vemos envueltos. Padres con capacidad de autocrítica y con la suficiente lucidez para examinar cual es la impronta que van a legar a sus propios hijos, aquella que es impalpable o inmaterial pero mucho mas perdurable, e intentar en la medida de lo posible, que ésta sea lo mas digna posible y antes de que sea demasiado tarde. Herramientas útiles para que nuestros hijos progresen en sus vidas tanto o mas que nosotros, y que en ellas tengan la suficiente capacidad de aprender y apreciar todo aquello que nosotros, como padres/madres, no fuimos capaces en su día, de enseñar.

Por lo que a mi respecta, espero que así haya sido en mis «dos personas especiales». Una de las cuales, acaba de volver de París tras haber vivido su primera experiencia universitaria, y haber definido por decisión propia lo que a partir de ahora, será su propio camino. Camino en cuyo recorrido encontrará sin duda tantos errores como aciertos, que deberán ser asumidos en su día por su protagonista. En este caso, como dijo Julio César al cruzar el río Rubicón con sus legiones, «la suerte está echada».

Para él y para todos los hijos que algún día iniciarán su propio viaje, os dejo la traducción de uno de mis poemas favoritos que a mi juicio refleja de manera hermosa  todo aquello que un padre debería enseñar a sus hijos. «If» fue escrito por Ruyard Kipling en 1.895. Pero a mi juicio, actual como la vida misma y certero como una flecha en su diana… Espero que os guste tanto como a mi.

Peter.

Si…

Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
están perdiendo la suya y te culpan por ello;
Si puedes creer en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero respetas sus dudas;
Si puedes esperar pacientemente sin cansarte en la espera,
o siendo engañado, no pagas con mentiras,
o siendo odiado, no das camino a tu odio,
y aún así no pareces demasiado bueno, ni hablas demasiado sabio.

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso
y tratar a esos dos impostores justo de la misma manera;
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho
tergiversada por malvados para engañar a los tontos,
o ver como se rompe todo lo que has creado en tu vida
y agacharte y reconstruirlo con herramientas maltrechas.

Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias
y arriesgarlas a un golpe de azar,
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir nunca una palabra acerca de tu pérdida;
Si puedes forzar tu corazón y nervios y tendones
para seguir adelante mucho tiempo después de haberlas perdido,
y resistir cuando no queda nada dentro de ti
salvo la Voluntad que nos dice: “¡Resistid!”.

Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud
o pasear con reyes y no perder el sentido común;
Si ni los enemigos ni los queridos amigos pueden herirte;
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;
Si puedes llenar el inexorable minuto
con sesenta segundos que valió la pena recorrer,
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más: ¡Serás un Hombre, hijo mío!

Rudyard Kipilng.

Amar, ¿para qué?… (2ª parte)

 

Dicen de los indios de la tribu Apaloosa de Norteamérica que sobresalían por la calidad indómita de sus caballos. De todos era conocido que solo sus miembros eran los únicos capaces de montarlos. Cualquier intento de montar un caballo apaloosa, estaba condenado al mas estrepitoso fracaso…

Con el tiempo, se supo que el motivo de esta característica radicaba en la particular manera que tenía esta tribu de domar a sus caballos. Éstos indios jamás domaban usando la fuerza bruta, sino todo lo contrario. El indio mostraba durante el tiempo necesario a su futuro caballo la complicidad de la amistad, acercándolo a los mejores pastos y al agua mas fresca, lo protegía de los lobos y parásitos, lo limpiaba y hasta dormía a su lado. Nunca consideraban a su caballo de su propiedad, porque no era necesario. Simplemente, nadie a excepción de él, era capaz de montarlo.                                        

Por eso, debes saber que si montas un caballo apaloosa, simplemente es porque él te deja. Y si le pides que galope, puedes estar seguro que correrá lo mas veloz que le permitan sus fuerzas, pues su entrega será total. Pero, de la misma manera, si lo maltratas y lo fustigas, su confianza desaparecerá súbitamente tal y como vino y no lo volverás a montar jamás.

 

De manera parecida, algo así nos ocurre a los humanos cuando decidimos dar el paso de emparejarnos a otra persona. Porque después del «fueron felices y comieron perdices» salen los créditos de la película pero… ¿Que sucede realmente después de las «mariposas» y la «magia del amor»?. He aquí la Segunda Parte que a menudo el cine olvida. Y claro, si olvidamos esto, después pasa lo que pasa.

Olvidamos que, como la vida misma, el amor no es un sprint hacia la felicidad de un «cuento de hadas», sino que mas bien es una carrera de fondo, y que para llegar a la meta, lo que hay que tener es justamente eso, fondo.

Pues a lo largo de una relación entre dos individuos con mundos propios que se unen con la intención de compartirlos, habrá peligros que en mayor o menor medida podrán tambalear el amor ciego que surgió con los mejores propósitos al principio de esta historia en común.

Por citar solo a dos autores, aunque las referencias son numerosas, tanto Osho en su libro «Aprender a Amar» como Eckhart Tolle en «Un Mundo Nuevo Ahora», advierten del principal riesgo en una relación que pretenda ser duradera. Algunos especialistas en el tema, describen el hecho de que el estado inicial de enamoramiento suele desaparecer alrededor de los dos años de relación, justo cuando las emociones químicas provocadas por las serotoninas y dopaminas liberadas en ese momento, comienzan lentamente a diluirse. Y justo entonces la necesidad de placer del individuo hace que se sustituya el placer bioquímico recibido, por otro mas personal y duradero. Por supuesto, me estoy refiriendo al Ego, ese que es personal e intransferible. Incido mucho en esto porque cada cual tiene el suyo que lo define o determina y en mayor o menor medida, todos son diferentes entre si. Los hay enormes, descontrolables, discretos, conocidos o ignorados por su propio dueño, etc. En todo caso, siempre están ahí. Definiendo una parte importante de nuestra propia individualidad. Pero como dice el Dalai Lama, «Tener ego es normal. Si tú lo controlas, genial. Pero si dejas que él te controle a ti, estás perdido»…

Hoy sabemos que este elemento preside gran parte de nuestras relaciones humanas, siendo determinante como motor en su desarrollo tanto armónico como turbador de éstas, según sea administrado por su propietario. Pero como estoy reflexionando en concreto sobre «Amar» y «Ser Amado», centrémonos en describir aquel fenómeno en el que, tras diluirse la magia en la cotidianeidad de los días, la pareja empieza a dar paso al placer que exige su propio ego. Así, si no somos conscientes de ello todavía (pues este dominio forma parte de la madurez personal), mal gestionado provoca un disturbio que empaña una relación que en principio prometía mucho, dando comienzo una «guerra de dominación» que, como ya mencioné en la primera parte, es uno de los principales riesgos que ponen en peligro hasta la mas bendita relación. Entonces pasa lo que al caballo apaloosa, que si lo empiezas a maltratar, el caballo se vuelve otra vez salvaje y lo mas probable es que te acabe dando una coz.

Si entras en esa dinámica, solo tú podrás pararla. Es inútil buscar culpables a modo de excusa. Crear historias que justifiquen tu frustración, solo engañará a quien te lo permita, aunque ni así la realidad dejará de ser tal y como es. Es entonces cuando se pasa de amar a desear ser amado, o sea, recibir cuanto mas mejor, en una alocada carrera por ver quien da mas placer a su propio ego.

Entran entonces otros elementos que lo complican todo un poco mas. Otro factor que muchos autores marcan como enemigo en una relación es el miedo, principalmente a la libertad, pero también al fracaso o a la soledad. El miedo solo paraliza e impide cualquier tipo de decisión o gestión sensata de los acontecimientos. Y su mayor enemigo es el valor. O sea, la capacidad de saber afrontar los riesgos, frente a este progresivo cambio de actitudes, siendo consciente de lo que está en juego y asumiendo todas sus posibles consecuencias. Pues tarde o temprano, al otro lado de la cama, empieza a pedir paso el bagaje personal que cada individuo se ha forjado a lo largo de toda su vida hasta ese momento.

Llegado a ese momento crítico, todo dependerá del nivel de conocimiento saludable alcanzado sobre tu propio ego y el de los demás. Saber que parte de ti es real y cual es pura fachada producto de un ego que a priori es manifiestamente egoísta. Y de todos sin duda, el mas destructor es aquel que necesita para definirse como individuo, su posición jerarquizada en torno a los demás. En este caso, el ego pretende crear la falsa ilusión de que su dignidad está o va en directa proporción con la del resto de las personas que la rodean, surgiendo con frecuencia una febril tendencia al juicio y la envidia de éstas con la intención de reafirmarse a si mismo. Llegando así a convertir los días en una competición de comparaciones y juicios constantes, en especial con la persona mas cercana que tiene, que suele ser la pareja, y manifestando al mismo tiempo la contradicción de la ofensa fácil y desproporcionada cuando estos juicios van justo en sentido contrario.

Frenética carrera en la que como pareja vas a ser invitado a participar. Solo si tú te dejas llevar. El problema es que si te niegas, la decepción del ego de tu partener va a ir in crescendo hasta que, al ser consciente de que no le nutres, pierda el interés hacia tu persona. Lo cual es de lo mas recomendable, pues es la mejor manera de desprenderte de un individuo que frente a sus carencias y falta de madurez emocional, tiene la perniciosa intención de parasitar tu personalidad hasta reducirte a un «guiñapo calzonazos» o una «mujer objeto» según tu sexo… Lao Tsé diría que negarte a participar es el ejercicio de «dejar hacer». Tu pareja dirá que pasas completamente de él o ella. Cuando en realidad mas que pasar de ella, lo que estás haciendo es ignorar la estupidez que surge de un ego mal orientado. Al fin y al cabo, ¿que es lo que nos mueve a relacionarnos con otras personas si no es compartir buenos momentos?. Para conflictos, ya nos pone la vida bastantes veces a prueba como para tener que inventarnos otros gratuitamente ¿no?.

A no ser que tus miedos te lo impidan, liberarte de ser el basurero de nadie no solo podrá ser beneficioso para ti, que te dará la capacidad de, conscientemente, relacionarte con quien te de la gana, en cada momento y sin expectativas que por si mismas se irán mostrando a ti a lo largo de los días, sino que también, con algo de fortuna, sirva como lección de aprendizaje en la otra persona con manifiesto déficit de madurez.

Finalmente, puede que des con aquella persona que con un recorrido parecido, haya llegado a donde tú, y este fenómeno tan común no ejercerá el peso determinante de una relación, que entonces si, será mucho mas duradera. Porque como entendieron los indios apalooza, cada uno es dueño de su propia vida, y si la comparte libremente contigo es simplemente, el mejor de los regalos. Y el mejor de los pagos, mostrarte agradecido.

Y si no se te cruza por tu camino, disfruta al menos del paisaje…

Peter.

 

P.D.: Y para alegrar un poco el día, aquí os dejo un tema de The Jungle Giants, que habla de «Hombres Domesticados», que no caballos… Con su letra traducida.

-«Domesticated Man».

Bueno, conocí a un hombre
que conoció a una chica que le robó su mano
Y luego su alma. Oh no!.

Entonces este hombre domesticado
perdió su corazón y luego a sus amigos
porque siempre estaba en casa.

Awoo, hombre domesticado.

Entonces se fue al trabajo
en su horrible coche
que compró porque estaba aburrido de su vida.

Oh, y su horrible esposa
se apuntó a un club para pasar el tiempo
cuando no estaba quejándose de él.

Awoo, hombre domesticado.

Bueno, conocí a un hombre
que dejó manipularse por una perra que le dijo que se fuera
pues él era un tipo al que no podía cambiar.

Ahora él camina por la ciudad
conoce a todos y pasa buenos ratos.
No tienes que vender tu alma por una hermosa chica. No.

Awoo, hombre domesticado.

Anagrama…

 

«Ante un camino equivocado, lo mejor es extraviarse»…

Peter.

 

Anagrama (Young the Giant)

Gente
En el medio
La vida es un enigma
No un juego de dados
No para un hombre que rueda con hielo.

Los días se vuelven
Más rápidos que un minuto
¿Cómo iba a saber yo esto?
¿Tú me avisarías?
Porque ellos son impostores
Echamos a perder el tiempo

Anagrama

Solo soy un mensajero
Es la última vez
Uno de estos días desearía que estuvieras

Un holograma

Si somos sólo pasajeros entonces
Es la última vez
Uno de estos días desearía que estuvieras

Toda la gente en
Medias blancas hablan con orgullo
Estarán agitando todas las banderas por la noche
¿Cual  decidiré?
Porque son impostores

Estoy inventando

Anagrama

Solo soy un mensajero
Es la última vez
Uno de estos días desearía que estuvieras

Un holograma

Si somos sólo pasajeros entonces
Es la última vez
Uno de estos días desearía que estuvieras

Pienso
Una mancha en la luz de tus ojos
Te veré en otro momento
Vamos nena, lanza los dados
Estoy sintiendo como si se fuera a romper
¿Esta vez las estrellas se alinearán?
Estoy pensando que es todo lo mismo

Anagrama

Solo soy un mensajero
Es la última vez
Uno de estos días desearía que estuvieras

Un holograma
Si somos sólo pasajeros entonces
Es la última vez
Uno de estos días desearía que estuvieras

Anagrama
Anagrama